Hayley Lampshire y Charlie han estado asustados durante todo el proceso de gestación porque en la ecografía de la semana 12 los médicos les dijeron que esperaban gemelos y que ambos estaban en el mismo saco amniótico.
Esto suponía un riesgo muy grande para los fetos puesto que si se movían en el útero los cordones umbilicales podrían enredarse e incluso llegar a estrangularse el uno al otro. Y lo único que podían esperar es que los bebés estuvieran quietos.
La angustia y el terror se apoderó de los padres al pensar que podían perder a sus bebés, pero en las ecografías siguientes pudieron ver cómo los dos fetos permanecían unidos como si estuvieran cogidos de la mano, moviéndose al mismo tiempo.
Pese a que el embarazo fue prematuro, los gemelos nacieron sanos y salvos con 36 segundos de diferencia y todo gracias a que los hermanos permanecieron unidos como si fueran uno.
Una bellíssima historia que merece ser contada y que da apoyo a todas esas mujeres que sufren embarazos de riesgo.
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